El neumonólogo Ricardo Gómez Tejada, subjefe de Neumonología del Hospital de Clínicas, aseguró que cuando una persona tiene asma, lo más peligroso, frente a los cambios de temperatura y la presencia de virosis respiratorias “es la exacerbación del asma, porque es un estado en el que la vía respiratoria se congestiona, se edematiza y se cierra, eso se llama espasmo bronquial”.
“Pero -añadió- el espasmo es solo una punta del iceberg, lo más importante es la inflamación de la mucosa bronquial; hoy los neumonólogos insistimos con que el asma no es solo espasmo bronquial sino que es inflamación”.
De este modo, “los ambientes fríos son óptimos para que estas situaciones se hagan más evidentes”, acotó.
Frente a estos casos, el neumonólogo recomendó que “las personas asmáticas no abandonen sus tratamientos, sobre todo si venían tratándose con medicación antiinflamatoria, corticoides inhalados”.
La gente que desarrolla actividades físicas en ambientes fríos como deportistas y ciclistas, y con el esfuerzo “cambian las condiciones de temperatura de la mucosa bronquial, pueden tener síntomas asmáticos, silbidos, pecho cerrado que dificulta la respiración”, dijo Gómez Tejada.
“En estos casos, es conveniente en forma preventiva una dosis mínima de broncodilatadores”, dijo.
Añadió que otro de los grupos que debe tener mayor cuidado frente a estas condiciones facilitadoras de la aparición del asma, son las embarazadas, las que por un lado deben estar en contacto con su médico y por otro “no pensar que un remedio puede afectar al bebé, sino que el mayor riesgo es la baja presión de oxígeno en la sangre, la hipoxemia”.
Gómez Tejada destacó que “las enfermedades alérgicas son las enfermedades del sistema, no es una entidad que afecta a un órgano sino que tiene un impacto sobre varias estructuras del cuerpo, los bronquios, la vía respiratoria alta -nariz y senos paranasales- y adicionalmente se combina con enfermedades que se manifiestan en la piel”.
Explicó que frente al frío “los senos paranasales y la nariz cumplen la función de humedecer y calentar la temperatura del aire que respiramos y que llega a la parte bronquial y alveolar”.
“Los cambios -continuó- de frío a calor y viceversa modifican la aptitud de los senos paranasales para calentar y modificar el aire, y al mismo tiempo llega a los bronquios aire menos procesado”.
Aseguró que lo más importante en estas afecciones es la parte bronquial, y señaló que “los cuadros de rinitis y de rinosinusitis no producen tanta preocupación, aunque la persona se puede sentir mal y molesta”.
El neumonólogo destacó que actualmente “la gente está conociendo más, si tenemos en cuenta años anteriores, sabe más de la enfermedad, consulta más y también exige más al personal de salud”.
Añadió que el asma en la Argentina y el mundo, “si bien tiene muchos casos anuales, cada vez tiene menos mortalidad, porque las medicaciones antiinflamatorias que lograron desviar el curso la convirtieron en enfermedad crónica, tratable y con buen pronóstico”.
“El asma con tratamiento lleva a que la persona tenga una vida prácticamente normal”, dijo tras mencionar destacados deportistas que padecen asma.
Señaló que es una enfermedad que puede afectar en todas las épocas de la vida y con distintas temperaturas, aunque en invierno está más presente y aseguró que la “enfermedad tiene un comportamiento variable y en algunas personas se suele silenciar y en otras vuelve periódicamente”.
“Esa es la naturaleza de la enfermedad, con el tratamiento buscamos un curso regular”, enfatizó.
En relación con los datos sobre prevalencia del asma en el país, el Estudio Isaac (Estudio Internacional de Asma y Alergias en Niños) la misma es del 17 por ciento en niños de 6-7 años.
Para los de 13-14 años la prevalencia es del 11,4 por ciento y en un estudio realizado entre la población adulta de la Ciudad de Buenos Aires, el resultado dio un 9,8 por ciento.
En tanto, la rinitis alérgica afecta a un 21,1 por ciento de niños entre 6-7 años y un 33 por ciento de chicos de 13 y 14, según los datos de Isaac, brindados por la Fundación para el Estudio del Asma y otras Enfermedades Alérgicas.
Fuente: Telam